miércoles, 21 de marzo de 2012

Investigaciones sobre la educación bilingüe

Una persona bilingüe es aquella que puede entender, comunicarse, y expresarse de una forma clara, perfecta y precisa, en dos idiomas distintos. Si esta persona hace lo mismo con más de dos idiomas se la denomina plurilingüe.
El que una persona domine dos o más idiomas, es una realidad que cada vez se está volviendo más frecuente debido a los movimientos migratorios que se producen en los países. A nivel evolutivo, mientras más pequeño se es, más facilidad se tiene para que un niño adquiera el bilingüismo.

Acercándonos a la realidad de nuestro entorno, estamos definiendo la situación de nuestra familia escolar: padres y alumnos. De esta manera, puedo contar en el aula con varios alumnos bilingües y plurilingües. Dominando la lengua materna, la de otros familiares y el español. Un total de 7 alumnos en una clase de 25 que manejan: español, inglés, italiano, sueco y árabe.

Según Coll, Marchesi y Palacios (2000), el bebé de pocos meses, es capaz de discriminar todos los fonemas conocidos de todas las lenguas que existen. Esto obedece a factores de adaptación. Una vez que ese niño es expuesto de manera continua ante determinados fonemas (ya sea de una o de varias lenguas), acaba por discriminar sólo esos fonemas, no siendo ya sensible para los de otras lenguas. Esto suele producirse a partir de los 6 meses aproximadamente. El más antiguo de los estudios realizados en este sentido fue llevado a cabo por Ronjat (1913). En general, los resultados apuntaban a que el niño adquiría simultáneamente las dos lenguas, aunque son ciertas interferencias.

Se tiende a hablar de que son muchas las ventajas a la hora de educar a un niño para que sea bilingüe, pero este aprendizaje no debe producirse obligando al niño a hablar los idiomas, sino que lo importante es que el niño lo oiga siempre y se familiarice con ellos poco a poco, sin prisas ni obligaciones.

Otros autores sostienen que los niños bilingües son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas, formas de pensamiento y de expresión más sofisticadas que los monolingües. Y que además, le ayudará para que le sea más fácil aprender nuevos idiomas en un futuro.

Otros autores, en observaciones de situaciones similares encuentran resultados más o menos parecidos. En general, todos coinciden en que no hay retrasos notables en la adquisición lingüística. En general, en todos estos estudios de desarrollo longitudinal se observa que el bilingüismo no provoca problemas a los sujetos, siempre y cuando el niño no tenga que soportar cambios lingüísticos bruscos. En estos casos los aspectos afectivos manifiestan su influencia negativa en la conducta lingüística de los sujetos.

No obstante, a pesar de la diversidad y cantidad de datos que existen de marcado interés para la comprensión del desarrollo de la comunicación de los bilingües, la generalización de los mismos se manifiesta difícil. Particularmente resulta complejo elaborar a partir de ellos un marco teórico explicativo de los mecanismos subyacentes al bilingüismo.

Bibliografía:

- Coll, C.; Palacios, J. y Marchesi, A. (2001): Desarrollo psicológico y educación, Vol. 1: Psicología Evolutiva. Editorial Alianza.

- Baker, C. (1997): Fundamentos de Educación Bilingüe y Bilingüismo. Editorial Cátedra.



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